y no se trata de eso, voy concentrada disfrutando lo melódico que es el sonido que pueden hacer los pájaros, pensando en que ya no soy la única de la calle, integrándome a los pensamientos amarrados de otras personas, y se me acerca un desgastado hombre: "Señorita, ¿Dónde queda la calle Carrera?" ... quizás me integré demasiado, o quizás solo es mi chaleco que está pasado a alcohol y lanas, pero no sé, es como en otra dimensión donde todos pierden las letras, como si nadie tuviera voz, "de ésta cuadra a la otra".
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